De todas las grandes figuras de la tradición franciscana, sólo Antonio merece el título de «Santo de los milagros». Por esto, en 1981, con motivo de las celebraciones del 750 aniversario del nacimiento del Santo, se creó el Museo de la Devoción Popular, que alberga un impresionante número de objetos procedentes de todo el mundo, donados a la Basílica por los fieles como reconocimiento por las gracias recibidas por intercesión del santo.
Son los llamados exvotos que llevan grabadas las iniciales P.G.R., «por gracia recibida».
Testimonios de fe y amor, que hablan del extraordinario afecto que, desde hace muchos siglos, sigue uniendo a Antonio con sus devotos.